Como padres, tenemos la responsabilidad de mantener a nuestros hijos felices y saludables. Para cumplir con ese deber, tratamos de fomentar la actividad física, preparar comidas nutritivas, enseñar a lavarse las manos adecuadamente, entre otras cosas. Sin embargo, a veces pasamos por alto una responsabilidad crucial: asegurarnos de que nuestros hijos reciban suficiente agua purificada todos los días para mantenerse hidratados.
Los niños pierden agua todos los días a través del sudor (especialmente durante los abrasadores meses de verano), al orinar, llorar, respirar, etc. La mayoría de las veces, obtienen agua al comer y beber para reemplazar algunos de los líquidos que pierden, pero el peligro surge cuando salen más líquidos del cuerpo de los que entran. Esta pérdida excesiva de líquidos puede provocar deshidratación.
Cuando ocurre la deshidratación, el cuerpo no tiene suficientes líquidos y agua para funcionar correctamente. En casos graves, la deshidratación puede provocar daño cerebral o incluso la muerte. La buena noticia es que si tiene dificultades para convencer a su hijo de que beba agua, existen algunas formas sencillas y creativas para ayudarlo a mantenerse hidratado y a desarrollar hábitos saludables de hidratación.
¿Cómo sé si mi hijo está deshidratado?
La deshidratación ocurre cuando el cuerpo pierde más agua de la que ingiere. Puede ocurrir muy lentamente con el tiempo o puede ocurrir repentinamente. De cualquier manera, los niños son más propensos a la deshidratación que los adolescentes mayores y los adultos, principalmente porque tienen cuerpos más pequeños (reservas de agua más pequeñas).
Algunos niños pequeños se deshidratan porque no beben suficiente agua. Después de todo, beber agua es probablemente la última cosa en la mente de un niño activo, especialmente cuando está corriendo afuera y pasando el mejor momento de su vida.
Ahora, puede ser un desafío hacer un seguimiento de la cantidad de agua que bebe su hijo, especialmente si asiste a la guardería o al campamento durante el día. Además de eso, las señales de advertencia de deshidratación no siempre son visibles. Por lo tanto, no debe esperar a que sus hijos le digan que tienen sed antes de ofrecerles agua. En ese momento, ya están deshidratados.
En su lugar, busque estas señales de advertencia:
– Orina de color amarillo oscuro o marrón – Poco o nada de orina durante ocho horas. – Bajos niveles de energía – Ojos hundidos – Lengua, boca o garganta seca | – Llorando con poca o ninguna lágrima – somnolencia excesiva – mareos o aturdimiento – Labios secos o agrietados – Extrema irritación |
La importancia de mantener a sus hijos hidratados con agua purificada limpia
Los niños no consumen suficiente agua. En cambio, están optando por bebidas azucaradas, como gaseosas, bebidas deportivas y energéticas, bebidas con sabor a frutas con azúcares añadidos, jugos 100% de frutas, etc. El problema con las bebidas endulzadas con azúcar es que normalmente contienen una gran cantidad de azúcar.
El contenido excesivo de azúcar en algunas bebidas las hace menos efectivas para calmar la sed. Eso se debe a que se necesita agua para metabolizar el azúcar en el cuerpo. Además, la ingesta de azúcar es un factor importante en el aumento de las tasas de obesidad infantil y adulta.
La base de datos de nutrientes naturales establece que solo una lata de 12 onzas de refresco regular contiene casi nueve cucharaditas de azúcar agregada. En respuesta, la Asociación Estadounidense del Corazón (AHA) recomienda reducir la cantidad de azúcares agregados que consume a «no más de la mitad de su asignación diaria de calorías discrecionales», y con razón.
La AHA también recomienda que la mayoría de las mujeres estadounidenses reduzcan al mínimo la cantidad de azúcar que consumen a no más de 100 calorías por día o alrededor de seis cucharaditas de azúcar. Los hombres, por otro lado, deben limitar las suyas a 150 calorías por día, o aproximadamente nueve cucharaditas. Considerando que estas recomendaciones son para adultos, imagina el impacto que esas cantidades de azúcar tendrían en un niño.
Por supuesto, el mejor sustituto de todas esas bebidas poco saludables es el agua purificada. Lo mejor del agua es que es un extintor de cero calorías y ofrece una gran cantidad de beneficios para la salud.
Además de mantener a los niños hidratados, beber suficiente agua limpia:
– Ayuda a la digestión de alimentos y a excretar desechos – Ayuda a prevenir el estreñimiento – Promueve la circulación sanguínea adecuada – Ayuda a transportar nutrientes y oxígeno a las células. – Ayuda a regular la temperatura corporal – Mejora el funcionamiento cognitivo – Mantiene el peso – Mejora la función cognitiva | – Mantiene el equilibrio de electrolitos (sodio) – Protege órganos y tejidos – Protege contra el agotamiento por calor – Lucha contra enfermedades y enfermedades infecciosas. – Reduce la caries dental |
¿Cuánta agua purificada limpia necesita mi hijo para mantenerse hidratado?
La cantidad de agua que sus hijos necesitan para mantenerse hidratados todos los días depende principalmente de su edad, pero existen otros factores importantes, como el sexo, el clima y su nivel de actividad. WebMD sugiere que, como regla general, los niños pequeños deben beber de 2 a 4 tazas de agua todos los días, los niños de 4 a 8 años deben beber 5 tazas y de 8 a 11 tazas para los mayores de 14 años.
Si sus hijos practican deportes activamente o hacen ejercicio físico, necesitarán más agua. Antes y después de jugar o hacer ejercicio, déles dos o tres tazas más y, durante los descansos, pídales que tomen de seis a ocho tragos grandes.
4 formas fáciles y creativas de mantener a sus hijos saludables e hidratados
1. ¡Haga que beber agua sea divertido!
A los niños les encantan las cosas brillantes y coloridas. Por lo tanto, permítales elegir sus propias tazas o botellas de agua purificada en sus colores favoritos y decoradas con sus personajes favoritos. Además, compre un juego de pajitas retorcidas y bandejas para cubitos de hielo que hacen hielo en formas divertidas. Ver pasar el agua por la pajita puede animar a los niños a seguir bebiendo.
2. Dale sabor con algunas frutas en rodajas
Si sus hijos se niegan a beber suficiente agua, agregue un par de rodajas de frutas, como naranja, sandía, mango, arándano, melocotón, limón, fresa, etc., para agregar un toque de color y sabor. Deje reposar las rodajas de fruta en una jarra en el refrigerador durante unas horas antes de servir.
Para agregar un toque más diverso, experimente con diferentes frutas, así como verduras y hierbas. Estos jugos con infusión de frutas pueden tener un sabor muy refrescante en un caluroso día de verano. Además, ofrecen una excelente manera de agregar frutas y verduras a la dieta de su hijo. ¡Eso es ganar-ganar, seguro!
3. Cree un sistema de recordatorio para beber agua
Coloque una tabla en el refrigerador que usted o sus hijos puedan marcar cada vez que tomen una porción de agua. O si va a entrar y salir, configure un recordatorio en su teléfono o deje uno dentro de la casa para recordarles a sus hijos que es hora de tomar una copa. Un sistema de recordatorio puede ayudar a sus hijos a desarrollar el hábito de beber agua durante el día.
4. Hable con su hijo sobre los beneficios del agua purificada.
A medida que sus hijos crezcan, no podrá seguirlos a todas partes para asegurarse de que estén recibiendo la cantidad correcta de líquidos que necesitan. Pero puede ayudarlos a comprender la importancia de mantenerse hidratados y elegir los líquidos correctos. Intente relacionar el consumo de agua con las actividades favoritas de su hijo. ¿Quiere marcar el gol de fútbol ganador? ¿Quiere saltar más alto o correr más rápido? Infórmele que una hidratación adecuada es clave para lograr esos objetivos y, con suerte, desarrollará y llevará esos buenos hábitos de hidratación hasta la adolescencia y la edad adulta.